Simple

Hay veces en que una canción me basta, para aclararlo todo:




Seguir viviendo sin tu amor
 Luis Alberto Spinetta

Si a tu corazón yo llego igual
todo siempre se podrá elegir
no me escribas la pared
sólo quiero estar entre tu piel


Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no veria la razón
de seguir viviendo sin tu amor


y hoy que enloquecido vuelvo
buscando tu querer
no queda más que el viento
no queda mas que el viento


Y si acaso no brillara el sol
y quedara yo atrapado aquí
no veria la razón
de seguir viviendo sin tu amor.

Otra cosa es con guitarra...



El 24 de Diciembre de 1988, un regalo de proporciones gigantes me esperaba bajo el árbol de Navidad. Y yo, como cualquier niña de ocho años, estaba totalmente absorta mirando esa gran caja, imaginando que en  su interior estaba la muñeca Rosalba, (de moda por aquel entonces) o quizás la Casa de Barbie que tanto ansiaba o,  ya con un poco menos de alegría, creía  que adentro podría estar el último Atari disponible en el mercado (lo de "un poco menos de alegría" era porque si el regalo consistía en el atari, debía compartirlo con mi hermana, que en aquel entonces tenía dos odiosos años)

Pero... ¡OH! Mi sorpresa fue gigante, cuando, a medianoche, comencé a romper ansiosa el papel de regalo, desarmé la caja casi por completo y voilá... 

No había muñeca Rosalba, ni la casa de Barbie, ni el atari (éste llegaría la Navidad siguiente) Adentro de la misteriosa caja había una guitarra acústica, marca Tizona y, según los entendidos, de las mejores que se han fabricado. El sueño de mis padres era que yo aprendiera a tocar la guitarra, así que en Marzo, de vuelta al colegio (ya saben amigos españoles que nuestros hemisferios están cambiadísimos, jeje) mi madre me inscribió en el taller extraprogramático de "Guitarra y folclore nacional"  

Comencé bien entusiasmada porque las dos primeras clases fueron teoría y aprender uno que otro acorde. Pero mis problemas partieron cuando debí tomar la guitarra entre mis brazos y sacarle el primer rasgueo... 

¡SOY ZURDA! Ya es complicado para mi tomar un lápiz, imagínense una guitarra... El profesor dijo que no habría problema, tan sólo debíamos dar vuelta las cuerdas del instrumento... Aún así, me costaba mucho poner las manos en la posición correcta para dar con las notas, además, mis brazos eran pequeños y la guitarra, pues muy grande... 
Pero como soy testaruda, me quedé en el curso dos meses más y,  a punta de sudor y lágrimas literalmente aprendí dos canciones, me di por satisfecha, y me fui de ahí. Me cambié al taller de cocina (y no me pregunten por esa área porque tampoco se cocinar)

La guitarra se guardó y cuando mi hermana creció, pues la idea era que ella la dominara. Pero nunca le prestó atención y la pobre Tizona quedó relegada en un rincón del clóset a la espera de que alguien le sacara vida, color y música a sus viejas cuerdas. 

Y hace unos días, sólo por jugar, mi hermana rescató la guitarra de su encierro obligado, y no se, quizás el ambiente festivo/patriótico de aquellos días (la semana pasada fueron nuestras fiestas patrias) o quizás el exceso de vino tinto, pero me dieron ganas de aprender... 

Y me dije, "Si hace un año no sabía nada de francés, y ahora que lo estoy aprendiendo me encanta y lo hago bien, ¿por qué no intentar con la guitarra?"

Me gusta tanto la música, me gusta tanto escribir, quién sabe, quizás si aprendo consiga otra forma para expresarme, para hacer catarsis... Además, ¡tan desafinada no soy!





Take another little piece of my heart now, baby

Es que hoy me siento tan Janis...
Así que vamos, rómpeme el corazón una vez más, y llévate sus trozos, haz con ellos lo que quieras...

Cos... you know you got it and it makes you feel good...



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Me niego rotundamente a transformar a "Oh la lá" en un blog de minita histérica, con rompimientos y llantos incluídos, pero hoy me es inevitable. Por algún lado debo descargar tanta desilusión. Y como tengo mis métodos, lo hago con las fotografías, y la música, mi mejor aliada en éstos días de depresión romántica que tengo. 





La "modelo" soy yo...
Los lentes son de mi madre, de aquella época en que el hippismo era su bandera... 
Detrás de Nenepink (les dije que haríamos grandes cosas, ¿no?) están mi hermana y sus disparos espontáneos.

Pequeñas obsesiones de la vida cotidiana

Les ha pasado alguna vez, despertar por la mañana,  con una canción en la cabeza, y no conseguir despegarse de ésta en todo el día...?

O peor aún, al intentar recordar qué tema es... sólo viene a nuestra mente alguna estrofa medio improvisada, algún tarareo inútil o simplemente, un pitido...
Pues a mi ésto me sucede siempre. A veces me toma unos segundos reaccionar  y ya se  qué tema es... 
A veces, sólo recuerdo partes de la canción, y me demoro algunas horas en descubrirla completamente...
Y en otras ocasiones, como ahora, me puede tomar semanas enteras recordar la canción, o acertar a alguna estrofa o frase completa, el nombre del cantante o el título, y suelo parecer una loca obsesiva, tarareándola en el autobus, en la oficina, en la calle, en casa... "Cantándole"  líneas que recuerdo a mis amigos, a ver si ellos aciertan y me sacan este peso de encima... 
Pero nada... La busco entre los archivos de mi pc, entre los cds que por ahí están guardados, husmeo en internet, aunque dudo que poner en la barra de google: "ta, tarararara, ta ra rarara, tararara tara ra" arroje los resultados que yo espero...

Gracias a la vida, tengo una hermana tan melómana como yo, y hoy, instruseando en sus archivos de música, ¡he dado con la canción!

Qué felicidad, qué tranquilidad...

The time of my life

Adiós Patrick... mucha suerte donde sea que estés... Y no te preocupes, nadie pondrá a Baby en un rincón, jamás...

(6)

"...El camino al infierno está lleno de buenas intenciones..."

Eso es lo que le diré a la  secretaria minusválida mental de mi oficina la próxima vez que se excuse ante mí (luego de haberme metido en un tremendo lío) con  un insulzo "...lo hice con la mejor intención..." 

Tan infradotada es, que capaz que piense que le estoy dando mi bendición. 

Y tu, ¿qué quieres?

¿No lo sabes? 
Pues, lo que es yo, luego de "re-encontrar" ésta canción -en los compilados de música latina que hice durante mi época de facultad- creo que lo he vuelto a recordar...



A ver si te ayuda un poco... Dicen que de trovadores va Cuba... y de poesía la vida...Yo lo que quiero es todo el amor que existe en ésta vida... En pedir no hay engaño, ¿verdad?



Es hora de cerrar

Y mientras preguntas... "¿por qué jamás te rindes?" yo pienso... "porque aún te quiero, ¿cómo es que no te das cuenta?"... pero no transcurren ni cinco minutos y el cabrón que llevas dentro me decepciona nuevamente. Y ésta vez si me rindo. Y me prometo dos mil veces que no seré más vulnerable, ni a tus recuerdos ni a una frase mal escrita por ahí... Y al cabo de esas dos mil veces, me vence la ansiedad y te busco... y como siempre, obtengo silencios por respuesta. Pero ahora es diferente, llegó la hora de cerrar, y con el frío que hace acá dentro, dudo que abramos mañana.


A que no saben...

...a quienes veré en vivo y en directo después de Monsieur Aznavour...?

 

Así es... Dave Gahan y Cía... El "Tour of the Universe" trae a Depeche Mode por segunda vez a Chile. La primera vez me los perdí, porque en realidad era muy pequeña, recién había cumplido los catorce años  y mis padres jamás me habrían permitido ir sola a la Pista Atlética del Estadio Nacional para bailar "Just can´t get enough" con una fanaticada enardecida y chillona...
Pero ahora... Ahora han pasado quince años, muuucha agua bajo el puente (ajá, incluso el menos hábil en los cálculos matemáticos ha podido descubrir mi edad, je je je) y el romance sigue ahí...
Ya nada ni nadie me impedirá bailar frenéticamente y seguir los candenciosos movimientos de cadera de Gahan, nada ni nadie me impedirá corear las canciones de Martin Gore, porque éste sábado he comprado mi entrada, y el 15 de Octubre a las 21 horas en el Club Hípico de Santiago de Chile, yo seré feliz, tan feliz como cuando lo he visto a él...
Nada ni nadie, a menos que Dave tenga nuevamente problemas de salud, porque ya he leído y escuchado acerca de las cancelaciones de  shows en algunas ciudades europeas. Pero estoy pensando positiva, así que... ¡nada ni nadie! y en eso me mantengo!
Ays... qué haría yo sin la música... Me gusta tanto, que de no existir, creo que la habría inventado!

(5)

...algunos hombres son como los calcetines: no son imprescindibles pero calientan cuando es necesario...



(El crédito de ésta "nota mental" no es sólo mío. Son conclusiones a las que llego luego de charlar con mi amiga Daniela respecto a los hombres: Los hombres que tenemos y los hombres que nos gustaría tener...)