J'ai les mots qui se bousculent

Sans vraiment trouver la route...

Es verdad. Hablo tan rápido que me atropello. Y si hablo más lento, me pierdo.


Hoy hice el intento de disminuir  la velocidad de mi verborréa porque estaba "charlando" con un señor mayor de edad.
Lo vi ahí, solito, en medio del mar de gente que por esas horas se encontraba en el edificio y, para que no se diga luego que soy mala, me acerqué a preguntarle si podía ayudarle en algo... si necesitaba orientación o venía por algo específico...


Pero la cara que ponía el pobre yo no se si era atribuíble  a que no conseguía seguirme el ritmo porque hablo muy rápido; a que estaba sufriendo por el calor del mediodía o simplemente es la cara que ponen todos cuando me escuchan hablar de reposiciones, ampliaciones de inventario, herencias con cuartas de libre disposición y todos esos términos leguleyos que de repente me encanta usar...



Y mientras ésto sucedía me ocurrió algo que hace tiempo no me pasaba... Comencé a irme de mi misma,  y a observarme desde afuera, como un espectador, como una tercera persona... Y me vi gesticulando mucho, hablando hasta por los codos y comenzando a impacientarme porque el señor parecía no comprender nada de lo que le decía, y aunque entre "frase y frase" le sonreía con amabilidad y empatía... nada, no había caso...



Cuando volví a la "realidad", decidí cambiar de técnica y empecé de vuelta, intentando "adivinar" qué deseaba éste señor,  pero con un lenguaje más acsequible/comprensible para cualquiera que no esté metida con abogados diez horas al día... 

El señor sonreía o asentía con la cabeza, me miraba con ojitos de niño curioso y mascullaba entre dientes algunas frases totalmente incomprensibles para mi.


De pronto, entró un hombre más joven, se acercó al señor, lo tomó del brazo y mirándome dijo: "Señorita, es mi tío, es belga, no habla una gota de español"



Yo solté una carcajada enorme que hizo que  hasta AGC que andaba por ahí volviera la vista hacia mi... El viejito en cuestión también sonrío y me dijo: "Il y a un bain qui me facilite?"



Lo único que el señor deseaba era que yo le prestara el baño. Y como le pego un poquito al francés, al final de casi quince minutos, terminamos entendiéndonos...




...J'ai les mots qui se bousculent
Sans vraiment trouver la route...


(...mis palabras se atropellan
sin encontrar realmente el camino...)


Nicolas Jules – “Papier bleu”- Powête (2008) 

Actualizando que es gerundio [2]

1.-Estoy cansada. Eso es lo primero que quiero comentar. Y no es un cansancio físico, sino agotamiento mental. Estoy harta de tratar con gente subnormal e infradotada. Como la "minusválida mental" de secretaria que tenemos en la oficina.
Ayer le encargué que le sacara unas firmas a nuestra jefa para unos documentos que me pedía un abogado de Santiago, todo ésto debía ser rápido porque el tipo está tratando de sacarse encima un embargo judicial. Le entregué la carpeta, le expliqué paso por paso en qué consistían e hice hincapié en recordarle que de toda la carpeta, sólo debía pedir firmas para tres copias, que el resto eran documentos borradores que estaba preparando mi otro jefe para este mismo caso.
Por la tarde, me enteré que mi jefa se había ido sin firmar los dichosos documentos. Así que pensando rápidamente decidí hablar yo con ella ésta mañana, explicarle todo, llamar al servicio de correo privado con el que trabajamos y despachar con urgencia los papeles para no perder más tiempo.
Fuí hasta su oficina a explicarle todo ésto... Cuando terminé de relatarle toooooda la maldita historia (que para ustedes trato de hacer cortita para que no se me aburran) ella me pregunta: "Ud. le dijo ésto a P... " (la secre) a lo que respondí: "Por supuesto, fue lo primero que hice, encargarle a ella que le pidiera la firma, porque yo estaba atendiendo otros asuntos, le dije que eran tres copias y el resto eran borradores de don R (mi otro jefe) y que tenían que serme devueltos para archivar..."

Entonces mi jefa llamó a la secretaria a la oficina, y le dijo: "P... si usted sabía que había que enviar éstos papeles con urgencia, y que los borradores no se iban, por qué no me explicó de que se trataba antes de que yo los firmara, soy yo su secretaria acaso?..."

Y la estúpida, muy suelta de cuerpo dijo "...Yo no sabía nada..."

Mi jefa puso ojos de vaca loca, me miró y luego le espetó: "A ver P..., yo no firmé nada porque dentro de esa carpeta iban borradores que no pueden salir de éste edificio...Natalia le dijo que éstos documentos eran requeridos con urgencia, ¿le explicó de qué iba todo éste asunto con la gente de Santiago...?"

Y la descarada, hija de la gran... respondió: "No, a mi no me dijo nada, sólo me pidieron que le avisara a Ud. que debía firmarlos y entregárselos..."

Yo no cabía en mi asombro, pero como últimamente mi poder de autocontrol está mejor que nunca, la miré, y tranquilita le recordé la charla del día anterior, la tarada puso cara de cordero degollado, y dijo que ella no lo había entendido...
Luego miré a mi jefa y le dije que de ahora en adelante, iba a venir derechamente a hablar con ella porque con intermediarias como su secretaria no se podía trabajar en serio. Me llevé los papeles y los envíe por mi cuenta.

Y luego me fui donde mi otro jefecito (ese que me da permiso para irme temprano al concierto de Depeche Mode*), relaté otra vez la situación, y le pregunté, cara dura: "¿Ud. encuentra justo que yo, que no tengo ni la mitad de años que ella en ésta empresa, que no tengo ni la mitad de experiencia que ella "supuestamente" debiera tener, que no soy la secretaria de ustedes y que con suerte gano la mitad del sueldo de ella, tenga que pasar por éstas molestias... Yo hago bien mi trabajo y ustedes lo saben, pero siempre me encuentro con piedras en el camino... No se si ella efectivamente tiene un problema de déficit atencional o es que es tonta a secas... Y tendrá que saber disculparme pero se lo tenía que decir"

Mi jefe me miró, se quitó sus gafas y me dijo "Te encuentro razón, no es justo"...
Yo sólo asentí con la cabeza, pedí permiso y me retiré de su oficina. No creo que ésto tenga mayores repercusiones. 
Curiosamente, la secretaria se manda cagada tras cagada pero lleva mucho tiempo ahí y no la despiden. Yo al menos me quité una carga de encima. Antes me quedaba callada y me comía la rabia sola. Me estresaba y desestresaba por mi cuenta. Ya no lo hago más porque ese trabajo no vale mi salud. Desde que regresé de mi licencia médica por las jaquecas, sólo me dedico a hacer mi trabajo, no pesco a nadie a excepción de las únicas dos amigas que ahí tengo y me va excelente.


2.-Y por otro lado, AGC reapareció luego de días sin dar luces. Andaba bien simpático porque volvió a llamarme "Madame" y lo mismo de siempre, antes de irse, me habla por la espalda  mientras me toma del brazo para despedirse y me deja helada... Ains.... 

3.- Estoy recopilando material exclusivo para los "Chats de Antología" y, así como voy, de aquí a diciembre termino escribiendo un libro acerca de la "fauna masculina" que pulula las páginas para hacer amigos....

4.- Mr. Bip me ha dicho que  me adora y que no quiere que yo desaparezca de su vida, que quiere mantenerme en ella (todo ésto a raíz de que desde hace varias semanas que no le hablaba y anda paranoico, yo me aprovecho del pánico y lo amenazo con: "te dejas de joderme o no te hablo nunca más") Como siempre, la promesa de portarse bien le duró una semana. Y yo lo quiero matar. Pero así nos llevamos desde hace cinco años... aunque ahora, felizmente, si puedo decir pasado pisado... ¡qué buena sensación da eso!

5.- Tengo nuevos descubrimientos musicales que ya publicaré, y un visionado de cine francés super bueno... 

6.- Y por último, pero no menos importante, un besito para mi lector anónimo que anda malito de la panza... ¿Y así quería comerse el trencito?...


Bonne-nuit et gros bisous à tous..

Soy un corazón tendido al sol

Aunque soy un pobre diablo,
casi siempre digo la verdad.
Como fuego abrasador,
siempre quise ser el que no soy.
No transcurre el tiempo junto a ti,
no existe reloj,
no tiene sentido entre tú y yo. 

 

Porque más de una vez me he cuestionado por qué escribo, y para quién. Y a pesar de que me leen varios, algunos desde hace años y otros desde hace muy poco, se que lo hago por mí y para mí. No pretendo cambiar el mundo, pero si hacer del mío un lugar mejor.
Porque no existe catarsis mayor que ésta. Porque nunca un porro ni una noche de copas han sabido limpiarme, desde adentro, como me pasa cuando escribo. En un cuaderno, en el blog, donde sea, cuando sea, cuando tengo ganas, cuando lo necesito.

Dejo sangre en el papel...
y todo lo que escribo al día siguiente rompería
sino fuera porque creo en ti.

A pesar de todo, tú me haces vivir
Me haces escribir dejando el rastro de mi alma
Y cada verso es un jirón de piel.
Soy un corazón tendido al sol


Y también he dejado sangre en el papel. Sangre y sudor. Alegrías y lágrimas. Y aunque muchas veces he querido romper todo aquello dicho, se que hacerlo significa echar atrás a mis convicciones, mis ideales y esperanzas, y eso no lo hago.  Porque cada vez que escribo hay una parte mía que se queda enredada en las letrasHay una parte de mi corazón que se entrega.
A veces duele revelarse ante un papel (aún virtual, como el caso de un blog), y duele más aún dejar que otros lo lean. Y que juzguen. Pero otras veces es necesario, porque se esclarecen las ideas y las opiniones ajenas ayudan a entender cosas que por mi misma no conseguí comprender. 
Mi primer post hablaba sobre "el paraíso perdido de los narcisistas sin remedio" haciendo referencia a lo que un blog significaba para mi en ese entonces. Cuatro años después mi opinión ha cambiado tajantemente, porque éste blog es para mi  una extensión de mi vida. Es el lugar, el dónde y el cómo, a través del cual puedo expresarme, sin miedos y con franquezas. Porque a pesar de que hubo gente que me dijo que le herí a través de éste medio, todo lo que he escrito ha tenido su razón de ser. Y si yo te herí escribiendo acá de ti o de nosotros, de lo que fue o lo que nunca llegó a ser, tu me heriste a mi de otras formas, incluso peores. Y no ha sido venganza, sólo ha sido necesidad. Si no conseguiste entender nunca eso, allá tu.


Aunque soy un pobre diablo,
se dos o tres cosas nada más.
Sé con quien no debo andar,
también sé guardar fidelidad.
Sé quiénes son amigos de verdad,
sé bien dónde están, ...
nunca piden nada y siempre dan! 


También se algunas cosas, no muchas pero vitales a fin de cuentas. Se por ejemplo, que no tengo por qué dar explicaciones de lo que escribo, y se que tampoco debería  hacerme cargo por cada letra plasmada, pues eso se remite a sensaciones, emociones, momentos. Todo es tan efímero que aquello que dije hace, por ejemplo, quince meses atrás, hoy ya no tiene la misma importancia en mi vida.
Pero soy una persona respetuosa, o al menos intento serlo, y por lo mismo es que muchas veces tuve cuidado en lo que escribí, intentando no citar nombres ni apellidos, ni características ni nada que pudiera delatar al objeto de mi inspiración...
A pesar de ésto, soy  espontánea y transparente y ustedes  muchas veces supieron enseguida de quién podía estar hablando. Y descubrieron las intenciones detrás de mis relatos y develaron parte de mi vida a través de ellos.

He intentado hacer de éste espacio un sitio alegre, que refleje mi personalidad tanto en la prosa como en la imagen. Ya saben, una unión de forma y fondo. Hoy estoy orgullosa de él, releo entradas anteriores y me emociona saber que soy yo, reconocerme entre tantas cosas que me han sucedido. Pero sobre todo, me alegra tenerlos a ustedes. Porque llevo cuatro años escribiendo en el mundo virtual y ha sido una experiencia genial. 


¡Muchas gracias!


Al lector anónimo...

...Yo se que te paseas por éste blog silenciosamente, y se que me lees con más frecuencia de la que yo esperaba....
Se también que tienes muy buena memoria, y pones mucha atención a lo que lees pues recuerdas entradas que hasta yo misma he olvidado...
Se que no dejas señas ni comentarios, quizás porque no sabes cómo hacerlo, quizás no te den ganas de hacerlo, o quizás seas muy tímido como para hacerlo... 
Que se yo...


Lo único que se, es que te mueres de ganas de ver si escribo "pestes" de ti. 
Y lamento desilusionarte querido lector anónimo, pero no pienso hacerlo.
Curiosamente, no tengo nada malo que decir de ti, no tengo nada de qué quejarme...


Puede que te parezca raro lo que digo, ya que me consideras "mala" y "peleadora" y me reclamas que sólo te regaño y no te hago "nanai", pero lo cierto es que ha sido un placer conocerte y, por el momento, sólo podría decir cosas buenas... como lo mucho que me gusta hablar contigo, lo que me divierto con nuestros mensajes por teléfono y lo entretenido que es ir a tomar algo juntos y encontrarnos con situaciones como la del otro día... (tu ya me entiendes)



¿Ves? No dije nada... malo.
Ahora, si quieres que me ponga pesada, pues te digo que te cuides el resfrío de una vez y te dejes de tomar cafiaspirina que no sirve para nada. Ya está. Lo dije... ¿contento ahora? 


Al lector anónimo (ya se habrán dado cuenta que es anónimo sólo para ustedes, pues yo lo conozco) le mando muchos besitos.


Me gusta (Vol. 1)

 ...pasar la tarde en mi escritorio "improvisado"...

¿Para qué caminar?


Si se puede andar en bicicleta, y además... ¡con tanto estilo!
 



 Ya se acerca Diciembre... mi cumpleaños y Navidad... qué mejor regalo que una bicicleta. Ideal para relajarse, ejercitarse y disfrutar de la vida arriba de dos ruedas. Yo quiero una, la quiero ya, me encantaría en rosa, pero sorpréndame, y escojan ustedes el color.




 Y en ésta, incluso podría llevar a Nina y Sam. A ella le encanta conocer lugares nuevos y a él le fascina que el viento le desordene su chasquilla...